Historias que merecen ser contadas – Hoy: Gabriela Leiras (2º premio)
Aquel jueves amaneció como todos los días… rutinario, aburrido…
Sin muchas expectativas, como cada mañana, ella se dirigió a su computadora para leer los mensajes. Se detuvo en uno.
-No puede ser – se dijo-. ¿Será el pasado que vuelve?
Habían pasado veinte años sin tener ninguna noticia de él. De pronto, todos los recuerdos estaban ahí, como si el tiempo no hubiera transcurrido…
Aunque había sido una historia muy importante, ella igualmente no había sido capaz de sostener un proyecto en común…. Lo había dejado ir.
Él vivía en el exterior, pero todos los meses venía a Buenos Aires por cuestiones laborales, ya que se había convertido en un importante ejecutivo de una empresa multinacional.
El encuentro fue programado para el sábado, por la mañana, en un importante hotel céntrico.
Ella tuvo en cuenta cada detalle: el cuidado de su cuerpo, el perfume, el vestido… Y por supuesto, sus zapatos favoritos: las ballerinas plateadas con el detalle en turquesa y cristal de Swarovski. Él solía decir que los zapatos definen a las personas.
En aquel reencuentro, ambos supieron que los cuerpos tienen memoria.